
Zelaya entonces convocó la consulta para junio y ordenó al Ejército distribuir papeletas de votación, de conformidad con su papel en la realización de elecciones. Después de que el jefe del Ejército, Romeo Vásquez Velásquez, se negó a este fin, señalando que el referéndum había sido considerado ilegal e inconstitucional por la Corte Suprema y el Congreso, Zelaya lo despidió de su cargo, y los jefes de la Armada y la Fuerza Aérea renunciaron. El 28 de junio, poco antes de que las urnas fuesen inauguradas para el referendum, el climax de la crisis había sido identificado internacionalmente como un típico golpe de Estado latinoamericano.
Las fuerzas armadas hondureñas detuvieron a Manuel Zelaya en su casa, llevándolo a una base aérea a las afueras de Tegucigalpa antes de enviarlo vía aérea a Costa Rica. Durante la acción las comunicaciones y la electricidad fueron interrumpidas a lo largo de unas 6 horas. Funcionarios del gobierno y otros políticos sospechosos de ser leales a Zelaya fueron detenidos. Más tarde en el día la Suprema Corte hondureña anunció que los militares actuaron bajo sus órdenes, en base a una orden judicial que habría buscado hacer respetar la legalidad vigente e impedir una consulta considerada ilegal. Roberto Micheletti, presidente del Congreso y el siguiente en la línea de sucesión presidencial fue investido como presidente interino de la República por el Congreso Nacional
El nuevo gobierno hondureño afirma que Zelaya fue arrestado en apego a la constitución y que la sucesión ha sido un proceso completamente legal de acuerdo a la leyes hondureñas, sin embargo, ningún gobierno extranjero ha adherido a esta posición y la mayoría ha condenado explícitamente el rompimiento de las normas democráticas. El 29 de junio Roberto Micheletti, el presidente interino, empieza a elaborar su gabinete y anuncia que emprenderá una campaña de reconocimiento internacional, y que gobernará Honduras pese a la oposición y aislamiento internacional. La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos tiene agendada una sesión extraordinaria para el martes 30 de junio reafirmar su demanda de que Zelaya sea restituido en su cargo.
Las fuerzas armadas hondureñas detuvieron a Manuel Zelaya en su casa, llevándolo a una base aérea a las afueras de Tegucigalpa antes de enviarlo vía aérea a Costa Rica. Durante la acción las comunicaciones y la electricidad fueron interrumpidas a lo largo de unas 6 horas. Funcionarios del gobierno y otros políticos sospechosos de ser leales a Zelaya fueron detenidos. Más tarde en el día la Suprema Corte hondureña anunció que los militares actuaron bajo sus órdenes, en base a una orden judicial que habría buscado hacer respetar la legalidad vigente e impedir una consulta considerada ilegal. Roberto Micheletti, presidente del Congreso y el siguiente en la línea de sucesión presidencial fue investido como presidente interino de la República por el Congreso Nacional
El nuevo gobierno hondureño afirma que Zelaya fue arrestado en apego a la constitución y que la sucesión ha sido un proceso completamente legal de acuerdo a la leyes hondureñas, sin embargo, ningún gobierno extranjero ha adherido a esta posición y la mayoría ha condenado explícitamente el rompimiento de las normas democráticas. El 29 de junio Roberto Micheletti, el presidente interino, empieza a elaborar su gabinete y anuncia que emprenderá una campaña de reconocimiento internacional, y que gobernará Honduras pese a la oposición y aislamiento internacional. La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos tiene agendada una sesión extraordinaria para el martes 30 de junio reafirmar su demanda de que Zelaya sea restituido en su cargo.
Tomado de es.wikipedia.org/.../Golpe_de_Estado_en_Honduras_de_2009
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